Sinceramente.

¿Y qué pasa cuando toda mi vida se va corriendo?

No puedo pausar los segundos, y definitivamente no basta con romper el reloj, si todo fuera una mentira quizás el hecho de vivir sería más fácil... Yo no puedo vivir con una mentira, pero no voy a morir por una verdad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

:)

No esta noche

El vendedor de sueños