Sentimientos
Los portazos resuenan por la casa, pero ya no quiero moverme, ya no quiero justificarme, ya no quiero disculparme.
Estoy tan cansada, tan dolorida, tan rota... Tan invisible.
Tengo tantas cosas por hacer, tantas cosas que me gustaría escribir, tantas cosas que me gustaría decir y no encuentro las palabras.
Escucho maldiciones entre dientes junto a los portazos, pero ya no quiero moverme, ya no quiero secar mis lágrimas, ya no quiero disculparme.
Estoy tan cansada, tan exhausta y me siento tan pequeña, tan sola, tan insignificante.
Sé lo que me espera en unas horas. Sé lo que tengo que hacer, lo que tengo que decir como debo actuar.
Pero yo no quiero redimirme.
Estoy tan cansada de arreglarlo todo, de caer en gracia, de pedir disculpas.
Estoy tan cansada que me siento sola.
Y lloro.
Porque no me quedan fuerzas para nada más.
Estoy tan cansada, tan dolorida, tan rota... Tan invisible.
Tengo tantas cosas por hacer, tantas cosas que me gustaría escribir, tantas cosas que me gustaría decir y no encuentro las palabras.
Escucho maldiciones entre dientes junto a los portazos, pero ya no quiero moverme, ya no quiero secar mis lágrimas, ya no quiero disculparme.
Estoy tan cansada, tan exhausta y me siento tan pequeña, tan sola, tan insignificante.
Sé lo que me espera en unas horas. Sé lo que tengo que hacer, lo que tengo que decir como debo actuar.
Pero yo no quiero redimirme.
Estoy tan cansada de arreglarlo todo, de caer en gracia, de pedir disculpas.
Estoy tan cansada que me siento sola.
Y lloro.
Porque no me quedan fuerzas para nada más.
Comentarios
Publicar un comentario