Demonios

Tengo mis propios demonios personales.

Sus manos son mi fortaleza, lo que me sostiene.

Sus susurros son mi llanto, son mi culpabilidad, solían ser mi inocencia también.

No tienen ojos, y no los necesitan para verme, para conocerme.

No tienen bocas, pero hablan, susurran, se embeben.



Comentarios

Entradas populares de este blog

:)

No esta noche

El vendedor de sueños