Tarde

Nunca voy a volver a ver su sonrisa de nuevo, el brillo de su mirada cuando cree que estoy mejor o cuando la hago reír, su ceño fruncido con mis sarcasmos baratos… Nunca volveré a sentir el perfume de su cabello ese que es como frambuesas, nunca volveré a sentir ni sus abrazos delicados ni los fuertes, porque la voy a perder para siempre, y no puedo hacer nada al respecto.

Me arrepiento.


Y lo peor es que para variar es demasiado tarde.

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